Nunca llegué a comprender el por qué de las cosas, pero siempre he creído que si algo sucede será por alguna razón, que todo aquel que entra en tu vida, aun que se acabe marchando, siempre nos deja una parte de él en nuestro interior.
Fui muy inocente en cuanto al amor se refiere, pero fui muy cuidadosa cuando de dolor se trataba.
Sufrí, mucho, pero también fui feliz, aun que no durante un gran periodo de tiempo, pero siempre podré decir que sonreí y que tuve motivos para hacerlo.
Llegué a pensar que nadie me quería, cai una y otra vez, y sin saber el por qué, me volvía a levantar.
Nunca me rendí, y eso molestaba a la gente que buscaba mi sufrimiento.
Pero a día de hoy sigo en pie y si me caigo me levanto, intentaré llegar a lo más alto, amaré, reiré, lloraré, pero ante todo, seré feliz así.
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